*Querido lector, para su comodidad, sírvase de cambiar el tamaño de la letra*

jueves, 29 de diciembre de 2011

Hilaciones Mecánicas


Continúan una vez más los experimentos. Este pequeño texto fue un ejercicio en taller, mientras gravitábamos rotando. Es un "responso", algo que ya había podido leer como parte de un escrito de este mismo blog, titulado P-A-S-I-O-N-I-S-T-A.
En fin, chiquito, pero conciso.
Gracias a quienes leerán.


Hilaciones Mecánicas







El recuerdo viene de la experiencia.

La experiencia viene del hecho.

El hecho viene de la acción.

La acción viene de la voluntad.

La voluntad viene del deseo.

El deseo viene del instinto.

El instinto viene de los genes.

Los genes vienen de la máquina.



El hombre es una máquina perfecta.

Sus ideas también son parte de la producción en cadena.


martes, 27 de diciembre de 2011

Aprovecho también para decirte que está lloviendo

Continuamos con los experimentos. Este fue realizado en el taller literario "Al Gravitar Rotando" (al cual espero regresar en algún momento), teniendo como tema principal la ciudad, formando parte de la exposición "No me destruyas, costumbre", que estuvo montada en la selva donde sesionábamos en septiembre y octubre de este año...Repito la advertencia: NO esperen el estilo acostumbrado, pero sí la esencia acostumbrada.
Gracias nuevamente a los que leerán.



Aprovecho también para decirte que está lloviendo







Una lluvia de ideas cae sobre mi cabeza, tal como la lluvia acidificada citadina, cuyas gotas ven interrumpida su caída en los grandes ventanales del edificio de enfrente.

Al igual que esas gotitas, la visita de las ideas es rápida, dado que ambas se apresuran a perderse debajo de las llantas de algún vehículo, en las alcantarillas, o algunas miedosas, bajo las faldas de una mujer; dándose por perdidas, por “caídas en la lucha”.

Pobrecillas, apachurradas por la velocidad con la que va el hule del deseo de ser el primero, el auténtico y original. ¡Cuidado!, que te advierto que tanta velocidad puede provocar un choque de prioridades, rompiendo todos los cristales que te mantienen “seguro”, y dejarte en manos de alguien bondadoso quien, al contrario de lo que hiciste tú, se tomó su tiempo y todo lo necesario para llegar “seguro” a su destino.

Aunque, bueno, “seguro” es un concepto relativo. Nunca falta quien se pase el alto, por imprudente, que se pase por delante o detrás de ti sin que tú lo veas, te de un rasponcito o un rayón, o mínimo sea portador de tus peyorativos saludos para su progenitora. Todo esto mientras esta lluvia desordenada de ideas perturba el orden lógico-práctico inmediato de tus pensamientos.

Pero, mira, vamos a hacer una cosa. Te conseguí un paraguas, una pluma y hojas de papel. Aprovecho también para decirte que está lloviendo.

¿Qué es lo que quieres hacer?



Colibríes

Hola de nuevo. Un pequeño regreso desde el abandono de este blog hace un poco más de un año y medio.

Los dos textos publicados con fecha de hoy son experimentos. Este fue el resultado de un ratito inmundo de ocio en la universidad.

No esperen el estilo acostumbado, pero sí la esencia acostumbrada.
Gracias a los que leerán.




Colibríes







Los colibríes zumban al lado de mi oído
buscando su alimento matutino,
buscan la miel dulzona que surca mis venas.


Van volando, por aquí y por allá,
saboreando la libertad de cruzar el viento
y perderse entre flores de muchísimos colores.


Traviesas, arriesgadas,
no pueden estarse quietas un solo momento,
ni cuando besan el néctar de los labios
de la mujer lagarto.


Íconos de expresión de la celeridad y color,
de lo que es, al parecer, libre.


De lo libre que anhelas ser.
Del anhelo, del sueño.