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domingo, 31 de enero de 2010

Del rosal a la utopía del sueño.


Y continúan las publicaciones. Éste fue en coautoría con Daniela Gloss, quien proporcionó la idea original, base de este escrito. Fue bastante divertido combinar mi estilo con el de ella (a mi percepción, ella escribe líneas ligeramente más directas, sencillas, dulces) y sin perder el romanticismo que conlleva ser/herir a una rosa), y lo único que recuerdo claramente es que el título fue propuesta mía xD. Por otro lado, el crédito de la fotografía: Anti-pati-ya, http://anti-pati-ya.deviantart.com/art/Rose-Garden-117813184/ ¡Comenten!


Del rosal a la utopía del sueño.
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¿Cuántas rosas no hay en el jardín?
Frescas, salvajes, libres y tiernas.
¿Espinas? Sí, en abundancia.

¿Cuántos han visitado el jardín para cortar una rosa?
Existen quienes procuran la delicadeza.
Gentiles seres que las cortan,
y acarician sus delicadas vestiduras.

Ellas, en principio esperan, temerosas.
También están quienes, sin más, las destrozan.
Errantes siluetas, sin luz, solo sombras.

¡Son ellos!, ahí vienen… ¡cuidado!
Se aferran el tallo con fuerza.
Entes ciegos y brutos.
La zangolotean, la giran y quiebran.

Ellos no sienten la herida de las espinas,
hasta que perciben el hedor de su sangre.
Verde líquido viscoso que brota,
y primorosos pétalos que, con manchas, deshonra.

Fluido inmundo que las envenena,
dejándolas vejadas, corrugadas, secas.
Aquellas jóvenes virtuosas terminan pagando.
Caprichos ajenos, impulsos momentáneos.

Las rosas no nacen marchitas.
La joven no yace de
la luna al alba.
Lávate las manos y co
mienza a trabajar.
Veamos cuántas más lo
gras mancillar.



Narcisismo. Indecisión. Orgullo. Una que otra doxa. Miedo.

Pecados que adormecen al corazón.


jueves, 28 de enero de 2010

Bajo la ventana.


¡Primera entrada del año! Regresando de "Dime Poesía", con necesidad de publicar esto. Esta genialosa fotografía, fuente inicial de inspiración para este escrito, fue capturada por Roberto Ornelas Orozco. Los invito a encontrar la relación presente-pasado-ambos en el escrito. ¡Ukulele! Muchas Gracias a quienes lo leerán y comentarán.



Bajo la ventana



Después del último suspiro, aspiré este carmín lunar.
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Tu espalda está...tan fría...Y quizá no solo es eso.
Escucho el siseo del viento glacial, mientras da su paseo nocturno enmedio de las hojas secas...creo que está buscando...
Pasa rozando mi cara con saña, con trance.
Las gotas caen desde mis pueriles ojos.
Es una sangre con aroma a sal.
.
No termino de entender el porqué de nuestros recuerdos.
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Persistes en mantener una lejanía existente.
¿Reclamas palabras? ¿Desde cuándo han sido necesarias?
Mis brazos, mi aliento, mi ser se entregaban sin siquiera pedirse permiso a sí mismos.
El elíptico bosque gira, elevándonos junto con él, mientras nos encontramos dándonos la espalda el uno al otro.
Dímelo. Busca saciar mi duda, y tal vez debas preocuparte en tu propia premura.
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Anoche invadías mi paraíso onírico.
Los acordes de aquel chelo que habitaba en nuestras memorias. Y sólo...veíamos la luna caer...
Luminosa como nosotros mismos, lejana como el pasado y guardiana de bellos y abundantes matices, que ahora serían inútiles de detallar.
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Y sí, me encanta.
Me encanta espiarte desde la ventana.
Desde la ventana de tu alma.
Tu alma incomprensible e inadmisible muralla.
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¿Y sabes por qué?
Porque así, solamente así, existente en estas sencillas líneas, es más bella de lo que podríamos imaginar.
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La ira, la ansiedad y la tristeza son nuestras pesadumbres constantes.
¿Por qué querer herirte?
No puedo volverme para ver tus ojos una vez más.
Detesto no poder convencerme a mí misma, silencio en mis versos nocturnos, que son una mentira...
Ésta vendrá cuando lo interprete tu alma, guiando su propia intensidad, en compás personal.
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¿Intentar? Solo diré "quizás".
No sé si tratar.
No sé si hacerte entender que tus miedos no tienen razón de ser.
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Siempre estaré contigo.
Siempre serás único en mi espíritu.
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¡Vámonos! ¡Deprisa! ¡La luna está a punto de caer!
Quizá vendrá sobre nosotros y tendremos que correr.
Y, solo después de resolver este pequeño enigma,
tal vez dejes tu boca junto a la mía.


Dedicado a ti. Y sí, me encanta que dudes si eres o no eres tú.

Estoy triste...Voluta de humo, ¿soy? Es más que posible...Invisible.