Mentí.
Sí.
En ésta e innumerables ocasiones.
Es un vicio.
Un hábito.
Dudo mucho que deje de hacerlo algún día.
Mis mentiras son una parte de mis barreras.
De mi propia fortaleza contra la banalidad humana.
Contra mi propia banalidad.
Negación.
Negación.
Negación.
¿Algún día me dejarán ir?
En realidad no sé si soy yo quien quiere dejarlas ir.
..
Lo que sí sé es que no volveré a utilizarlas.
No de nuevo con ésos trozos peculiares.
¿Por qué?
Porque, además de salvarme a mí misma...
Hay otras maneras de tener el control.
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